Es importante establecer que el paciente geriátrico tiene deficiencias constitucionales y funcionales que lo hacen diferente al resto de la población, por lo general, son portadores de enfermedades crónicas, tales como padecimientos metabólicos (diabetes mellitus), cardíacos (trastornos del ritmo, hipertensión, etcétera), respiratorios (enfermedades obstructivas y restrictivas), isquemia cerebral, etcétera.