Las células madre mesenquimáticas (MSC en inglés) han cobrado gran importancia por su potencial en las terapias celulares o regenerativas. Son células que fueron aisladas primero de la médula ósea (MO) y luego de otros tejidos conectivos. Se caracterizan por tener tres propiedades: auto renovación, proliferación y capacidad de diferenciación a múltiples tipos celulares. Descritas por primera vez en 1968 por Friedenstein, las MSC del adulto son las más utilizadas. Pueden diferenciarse en distintos tipos celulares, como hueso y cartílago, pero ahora se ha comprobado que mantienen su plasticidad, lo que les permite diferenciarse en otros tipos celulares.